Hay pisos de estudiantes… y luego está tu piso, ese que se convierte en la previa oficial, la sede del JuerMEX y donde el plan siempre empieza (aunque no siempre termine). ¿Quieres transformar tu cuchitril en la meca del buen beber? Toma nota, MEXlover.
1. Crea el altar del MEX
Lo primero es lo primero: el rincón sagrado del tequila.
Reserva una balda, estantería o caja de fruta reciclada y decórala como si fuera un santuario: LED, fotos de fiestas pasadas, vasos locos, la botella más rara que tengáis…
Que no falten los miniMEX bien alineados, como si fueran medallas de guerra.

2. Luz de fiesta, pero sin parecer un after oscuro
Olvida la luz blanca del techo. Si quieres que tu piso tenga alma de club clandestino, cambia la iluminación:
Guirnaldas LED, lámparas de lava, focos de color o incluso una bola de espejos de bazar.
Lo importante: ambiente de fiesta, pero sin que tu salón parezca un parking.

3. El altavoz como tótem
No se negocia: el que controla el altavoz, controla la fiesta.
Ten preparada la playlist MEX oficial con perreo, temazos generacionales y guilty pleasures.
Consejo: nombra al DJ de la noche antes de que empiece el caos.
4. Juegos para romper el hielo (y la dignidad)
Tu piso tiene que ser el sitio donde todo empieza a descontrolarse bien. Para eso:
- Ten siempre a mano cartas, dados, papel y boli para improvisar un «yo nunca», “verdad o chupito” o un “quién es más probable que…”.
- También puedes montar una ruleta de chupitos en stories (guiño, guiño).

5. Protocolo resaca friendly
Si vas a convertir tu piso en zona cero del desmadre, también tienes que pensar en el día después:
Agua con gas, café, colchonetas extra, persianas bajadas y una playlist de resurrección.
Bonus: cartelito en el baño que diga “Si sobrevives, hay pizza en la nevera”.
6. Decora con recuerdos (de los que dan vergüenza ajena)
Fotos, post-its con frases míticas, accesorios de disfraces, etiquetas vacías… todo vale si cuenta batallitas del pasado.
Que tu piso hable de fiestas, no de apuntes.
🎉 Y recuerda: no importa si vives en 40 m² con gotelé y muebles heredados. Con actitud, un altavoz y MEX en la nevera, puedes montar el templo del JuerMEX que mereces.












